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LAS TAREAS DEL MOVIMIENTO DE MUJERES DESPUÉS DE LAS ELECCIONES

Las pasadas elecciones del 6 de junio dejaron ver que las mujeres en México no tenemos una alternativa en los partidos del régimen. Las campañas electorales de todos los partidos políticos se caracterizaron por utilizar descaradamete la bandera feminista para ganar votos, esto en el contexto de la masividad y la fuerza que ha tomado el movimiento de mujeres a partir de 2018, hemos realizado una crítica contundente al gobierno de López Obrador para el que la violencia brutal que viven las mujeres en este país, no la considera una prioridad para su gobierno.

LA NECESIDAD DE UN PERSPECTIVA DE CLASE Y ANTICAPITALISTA

En estas elecciones intermedias, los partidos se caracterizaron por tener un gran número de mujeres como candidatas a los diferentes cargos, el movimiento de mujeres se debatía entre votar o no por las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres, elegir a las que representaban el nacionalismo burgués o por aquellas que pertenecen a la derecha antiderechos, conservadora y patriarcal.

Nuestra respuesta a la falta de una alternativa real que representara a las más pobres, estudiantes, desempleadas, amas de casa y profesionales precarizadas, fue no votar por las “menos peores” que integraban las listas de MORENA (salvo contadas excepciones como las candidatas obreras del Movimiento 20/32) y mucho menos votar por las derechistas sólo por ser mujeres, pues ser mujeres nos une pero la clase social nos divide; es decir que a pesar de vivir la opresión-explotación por ser mujeres, nuestro origen de clase, racial, nos hace vivirla de manera distinta y sobre todo plantear salidas distintas a una problemática en “común”, muchas veces desde perspectivas contrarias y mutuamente excluyentes. 

Lo anterior se puso de manifiesto, por ejemplo, cuando las mujeres de la derecha pese a ser mujeres, siguieron levantando sus campañas anti-derechos como las candidatas del Partido Encuentro Social (que perdió el registro nacional en estas elecciones). 

¡QUE NOS UNA UN PROGRAMA POLÍTICO!

Frente a un escenario electoral concreto es imprescindible colocar en el debate que el factor para apoyar o no a una candidata, es su programa político y sus principios éticos-políticos y no una “perse sororidad por ser mujeres”.

Desde Rosas Rojas sostenemos que es urgente que el movimiento de mujeres se impregne de una consciencia de clase proletaria, que permita estar del lado de la mayoría de las mujeres que exigen alto a la precarización laboral, aborto legal y el fin de la violencia. 

LEVANTAR LA LUCHA POR EL ABORTO LEGAL Y CONTRA EL FEMINICIDIO

En los últimos años desde la llegada de la marea verde a México, las mujeres movilizadas nos hemos convertido en una fuerza política impresionante, demostrando que desde la organización callejera e independiente podemos colocar en la agenda pública las demandas más sentidas, como el derecho al aborto legal en todo el país, el fin de la violencia y los feminicidios;  hemos obligado a los y las legisladoras a posicionarse ya sea a favor o en contra de nuestro derecho a decidir sobre la maternidad, puesto que para las mujeres no ha habido cuarta transformación; a pesar de que MORENA antes de las pasadas elecciones tenía mayoría en el congreso y pudo haber legalizado el aborto en todo el país y ahora, simplemente no quizo hacerlo, durante estos casi 3 años de gobierno ha demostrado que no tiene opción para nosotras y por el contrario nos criminaliza colocando vallas y desplegando a los cuerpos represivos en nuestras manifestaciones.

Luego de las elecciones pese a que Morena triunfó al obtener 11 de las 15 gubernaturas que se disputaron, algunas de estas de igual manera son triunfos de violadores como Felix Salgado en Guerrero a través de su hija Evelin Salgado, sumando a que no obtuvo mayoría en el congreso federal, lo que en el terreno legislativo nos pone un escenario aún más complicado para las mujeres y conquistar nuestros derechos. 

Los resultados electorales ponen de manifiesto que es necesario seguir movilizadas y organizadas en las calles para imponer una agenda política que represente los intereses de las mujeres trabajadoras y estudiantes, una agenda política que como lo hemos manifestado de manera sostenida, tiene como puntos irreductibles conquistar el aborto legal en todo México, atender la violencia hacia las mujeres y los feminicidios. 

ORGANIZAR UN PARTIDO DE LAS TRABAJADORAS ANTICAPITALISTA

Como hemos señalado, las mujeres no podemos confiar en los partidos del régimen, en aquellos que han estado en el poder y no han resuelto nuestras demandas más sentidas y mucho menos, garantizado nuestros derechos, no les interesa y por el contrario se han encargado de llevarnos a esta fosa común que cada día nos arrebata 11 compañeras. 

Si bien el movimiento de mujeres en el país se caracteriza por ser plural, interclasista y heterogéneo, las mujeres trabajadoras tenemos que confiar únicamente en nuestras fuerzas políticas y en nuestra organización para conquistar cada uno de los derechos que nos deben, sin embargo no hay lugar para las trabajadoras en los partidos del régimen, es necesario crear una alternativa con independencia de clase, que defienda los derechos de nuestra clase y luche por un sistema económico, político y social que nos garantice una igualdad de condiciones y derechos, construir una alternativa que sí nos represente en las elecciones de 2024 y en todo momento, un partido para el que la lucha electoral sólo sea un eje más y no su eje primordial y único, un partido que no abandone la movilización en las calles y que todo lugar donde pueda incidir lo ponga al servicio de las y los trabajadores.  

Es por eso que desde Rosas Rojas levantamos la campaña “Por una Izquierda que sí nos represente” con candidaturas no registradas y gracias a ti llegamos a las boletas, nosotras en el congreso hubiéramos luchado día con día por aprobrar la iniciativa de ley por la legalización del aborto seguro y gratuito que impulsamos desde el movimiento de mujeres, por mejores condiciones laborales y contra la violencia, y aunque no llegamos seguiremos en las calles luchando por estas demandas. 

Te invitamos a sumarte a Rosas Rojas, continuar organizada y movilizada en las calles, a dotar al movimiento de mujeres de una perspectiva de clase, y no permitir que se convierta en una tribuna de partidos políticos capitalistas y patriarcales, tenemos la obligación de ser críticas del gobierno de Obrador, es importante exigirle a los nuevos legisladores y legisladoras que ganaron a partir de colgarse del movimiento de mujeres,  legislar a favor de nosotras. 

Hay que combatir a ciertos personajes de la nueva legistaltura como Gabriel Quadri quien tiene una denuncia por acoso sexual en la Universidad Iberoamericana o Margarita Zavala aliada de la ultraderecha y los empresarios.

Construyamos un Encuentro Nacional por el Aborto Legal que se convierta en un espacio para coordinarnos en todos los estados del país y conquistar en el corto plazo este derecho para todas las mujeres de México, acabar con la violencia y los feminicidios, conquistar derechos laborales dignos para las mujeres así como educación pública y gratuita para las estudiantes. 

¡Por una alternativa obrera, de las mujeres y socialista!

¡Por una izquierda que sí nos represente! 

¡Las mujeres luchando y el mundo transformando!

ELECCIONES EN MÉXICO, POR UNA ALTERNATIVA FEMINISTA Y ANTICAPITALISTA

El pasado 6 de junio se llevaron a cabo las elecciones intermedias en México, catalogadas como las “más grandes de la historia del país”, por la gran cantidad de cargos de representación popular que se disputaron y por supuesto, marcan el camino rumbo a las elecciones de 2024.

Morena pretendía arrasar con estas elecciones, frente a una derecha agrupada en la coalición “Va por México” que buscó colocarse como la única oposición al partido de Andrés Manuel López Obrador con el objetivo estratégico de encaminar su regreso al poder, conquistar la mayoría en el congreso y la mayor cantidad de gobernaturas para seguir socavando al gobierno de Obrador y Morena.

Las campañas electorales comenzaron desde finales del año pasado, caracterizándose  por utilizar de manera cínica las demandas feministas, de la diversidad sexual, indígenas y ecologista para ganar a los y las votantes, por supuesto nunca con propuestas de izquierda sino con simulaciones, pues la agenda neoliberal y conservadora estuvo presente en todo momento en la coalición “Va por México”, mientras que en  las candidaturas de Morena algunas (las menos) estuvieron conformadas por luchadores sociales, pero también por personajes impresentables como, chapulines del PRI , PAN y PRD, terratenientes, violadores y corruptos, que fueron rechazados en su mayoría por la base militante y simpatizante de MORENA. 

La polarización frente a las elecciones

En estas elecciones vimos una polarización entre los votantes duros de las dos coaliciones del PRI, PAN y PRD y Morena con aliados, el resto de la gente estaba confundida a qué hacer con sus votos por ejemplo en San Luis Potosí  y Nuevo León no gana ninguna de las grandes coaliciones resultando ganadores el Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano respectivamente.

A diferencia de hace tres años donde una gran parte de la población estaba segura de emitir su voto a favor de Morena, en esta ocasión los errores de este partido, la alianza sin principios con el Verde Ecologista y las limitaciones en su programa y actuar en rubros estratégicos como el de la mujer, obrero y energético cobraron factura en lugares estratégicos como la Ciudad de México.

Los resultados 

A una semana de las elecciones del 6 de junio, la derecha de “Va por México” y Morena se declararon victoriosos, sin embargo los resultados hasta el momento disponibles, nos permiten realizar diversas interpretaciones, conclusiones y tareas, más allá de quién ganó y quién perdió y ¿A qué costo? 

Pese a que la alianza “Va por México” ha salido a declararse airosa victoriosa, la realidad es que perdió el control en 12 gubernaturas, mantuvo Querétaro y Chihuahua, lo que como consecuencia hará más difícil mantener la alianza federalista, sin embargo ganó algunas de las principales capitales del país; en Puebla, ganó la alianza Compromiso por Puebla-Pacto Social de Integración; en Morelia, la Coalición PAN-PRD; Guanajuato, PAN; en Cuernavaca, la alianza PAN-PSD; en Hermosillo, Va Sonora; en Toluca, la convergencia PAN-PRI-PRD; en Veracruz, el panismo se hizo de Medellín, Alvarado, Boca del Río y el puerto

Su triunfo en 9 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, es su principal elemento para declararse triunfantes, así como que Morena no haya obtenido la mayoría calificada por sí solo, que era uno de los objetivos principales de la campaña del movimiento-partido MORENA, más allá de que el triunfo de la derecha sea cierto o no, su desbordaba agitación de victoria cumple el objetivo ideológico de  implantar en la gente afín a su proyecto político  que “derrotar a AMLO es posible” y poco a poco ir rayando el carro de la 4T, es algo que la oposición no dejará de hacer, no importando el costo.

Sin embargo no hay que perder de vista que estos resultados sólo fueron posibles, debido a que realizaron “la alianza para sacar a Morena”, por sí solos estos partidos no hubieran tenido el efecto que lograron juntos, lo que hasta cierto punto habla de su debilidad como elementos aislados, pero de su potencialidad  al actuar de manera articulada y con el apoyo-financiamiento de los empresarios, de esta forma vemos que el verdadero poder detrás de estos partidos, la burguesía mexicana y transnacional, no da un cheque en blanco a la actual administración y experimentó una forma para restarle poder.

Por otro lado, los partidos también representantes de la burguesía y la derecha más recalcitrante como Fuerza por México, Redes Sociales Progresistas y  el Partido Encuentro Social, que son los hijos del PRIAN perdieron el registro al no alcanzar el 3% de la votación en alguna de las elecciones federales ordinarias para diputados, senadores o presidente. 

Morena y sus aliados ganaron 11 de las 15 gubernaturas, que se suman a las 6 gubernaturas que tiene actualmente, teniendo el control territorial de buena parte del país, también mantuvo su mayoría en el Cámara de diputados, tiene el control de varios congresos locales, sin embargo la noticia que golpeó a MORENA fue su derrota en la Ciudad de México sobre todo en las alcaldías de Cuauhtémoc, donde se encuentra Palacio Nacional, situación no menor ya que la capital del país se ha caracterizado como uno de sus principales bastiones electorales. 

De manera general podemos decir que Morena logró mantener elementos importantes en estas elecciones para continuar con su gobernabilidad, la pregunta es ¿A qué costo? y con ¿Qué solidez política? tanto al interior del movimiento-partido, como con las fuerzas políticas que se alió electoralmente. 

Los resultados electorales de Morena, no son únicamente resultado de la “Guerra sucia contra Morena” , como dice AMLO y Sheinbaum, si no multifactoriales, tanto por el pragmatismo electoral de Mario Delgado y la dirigencia, que entre candidatos impresentables, la relección de varios candidatos en alcaldías y cámara de diputados, imposición de candidatos a la base,  es decir un vil pragmatismo político que en algunos estados, las negociaciones por ejemplo con el PVEM cobrarán factura. 

Tras el balance de la población del actuar del gobierno a 2 años y medio de gobierno atravesado por la pandemia y sus consecuencias, ha provocado decepción en parte de sus votantes, el fenómeno de Obrador ya está dando de sí y quedó demostrado que no basta solicitar a los votantes el apoyo al presidente para que continúe la transformación del país, es decir, el movimiento electoral (partido en consolidación) MORENA se enfrentó a los desafíos de profundizar el control territorial con el pragmatismo de su dirección (Mario Delgado) que se encuentra más a la derecha que con el pueblo trabajador.

La fuerza de sus 30 millones de votos del 2018 no realizó avances más profundos pues no se utilizó la movilización social, por lo que el avance de nuestras conquistas democráticas será más complicado, lo que pone de manifiesto la necesidad de organizarnos y movilizarnos con independencia de clase, para imponer nuestras conquistas en las calles. 

Las contradicciones del gobierno de Obrador, manifiestan un refuerzo de la derecha que busca regresar al poder y aprovecha cualquier error para ganar terreno, en ese sentido la clase trabajadora no se erige como alternativa frente a las limitaciones y errores del ejecutivo sino que la derecha en sus diferentes colores se muestra como la única alternativa.

MORENA no acepta sus errores

Luego de la derrota que vivió  en la Ciudad de México, Obrador, Delgado, Sheimbuaum no aceptan que su derrota fue producto de su política centrista, pragmática y sin principios políticos.

No puede ser posible que la próxima consulta el 1 de agosto para enjuiciar a los expresidentes no sea apoyada de manera franca y con los recursos de MORENA, o que la ley que regula el outsourcing (y no desaparece esta práctica criminal) fuera propuesta y aprobada por su mayoría junto a la derecha en el congreso, no es posible que ante la gran movilización de las mujeres en las calles por sus dos demandas principales ABORTO LEGAL Y CONTRA LA VIOLENCIA sean respondidos con vallas en palacio nacional y declaraciones vacías resaltando a la mayoría de mujeres en el gabinete del ejecutivo. 

Desde el GAR, mantenemos una crítica por la izquierda al gobierno de Obrador y la 4T, creemos que la clase trabajadora dentro y fuera de morena debe avanzar en conquistar un partido revolucionario, por eso desarrollamos una campaña que no votara a la derecha pues es un reconocido retroceso para el avance que representa el cambio de régimen que se logró en el 2018 no debemos permitir que aquellos que tuvieron el poder regresen para continuar con su programa neoliberal. 

Campaña del GAR

Tampoco apoyamos el voto masivo por Morena, pues consideramos que también significa un error tener un instrumento electoral “de cambio” donde se imponen candidatos, se aceptan chapulines de los partidos de derecha y se realizan alianzas electorales sin principios, pero sí apoyamos a esos luchadores sociales que no abandonaron su independencia política de clase como las y los obreros de Matamoros que impulsaron candidaturas dentro de MORENA.

Por eso, propusimos una campaña donde llamamos a votar por una alternativa de izquierda feminista y anticapitalista, teniendo como voceras a nuestras compañeras Magali Terraza y Dulce Mireles, quienes levantaron un programa a favor de los derechos de las mujeres, contra la violencia y los feminicidios como una consigna fundamental ante la falta de cualquier candidata real del movimiento de mujeres.

Al mismo tiempo levantamos una plataforma política con las reinvindicaciones con las que el GAR ha luchado durante estos años como la renacionalización de la industria energética bajo control obrero, educación pública y gratuita y contra la reducción de los presupuestos educativos y la precarización docente, contra el outsourcing y la recuperación de la seguridad social para las y los trabajadores, seguros de que estas demandas sólo pueden ser defendidas por un gobierno obrero y socialista.

La campaña tuvo alcance en algunos estados de la república como Tamaulipas, Estado de México, San Luis Potosí y Ciudad de México que nos permitieron también colocarnos en la contienda electoral a través de las candidaturas no registradas. 

¿Qué sigue luego de las elecciones?

La polarización de estas elecciones nos ponen por delante un escenario donde desde ya se comienzan a disputar las elecciones del 2024, en donde la derecha se siente fortalecida pese a sus pequeños triunfos a nivel electoral y su debilitamiento partidario. 

Desde los distintos sectores del GAR sostenemos que es necesario más que nunca la organización para la construcción de un partido revolucionario que sea una alternativa  ante el gobierno de Obrador y la 4T (nacionalismo burgués) y la ultraderecha rancia y conservadora, que ponga por delante un programa a favor de las mujeres, los estudiantes, trabajadores, las disidencias sexuales, los pueblos indígenas y el conjunto de la clase explotada y oprimida. Es necesario continuar con el trabajo de base que permita avanzar en la conciencia política y organizativa de la gente, más allá del proceso electoral, y conquistar un gobierno de la clase trabajadora que luche realmente contra la crisis del sistema capitalista a nivel internacional.