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CASO AYOTZINAPA: OBRADOR MANDA, LAS FUERZAS ARMADAS NO OBEDECEN

Por segunda ocasión el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se retira de México. La primera ocasión el gobierno de Peña Nieto expulsó al GIEI en 2016, por petición de SEDENA. En esta segunda ocasión el GIEI se retirá de manera permanente del país, dado que, el acuerdo entre Obrador y el GIEI para el regreso de las y los expertos independientes en 2020 fue que todos los archivos debían estar disponibles para la investigación, cuestión que, en el actual 2023, no sucede. Toda esta situación se expone en el VI Informe Ayotzinapa: Hallazgos, avances, obstáculos y pendientes del GIEI, el cual será el último trabajo que realizarán las y los expertos independientes. 

Esta decisión del GIEI ocurre porque SEDENA y SEMAR no solamente desobedecen el decreto presidencial, en el cual, con la creación de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa en 2019, “todas las instituciones del Estado mexicano están obligadas a entregar toda la información que tengan relacionada al caso Ayotzinapa”, además, la Marina y Defensa Nacional niegan la existencia de archivos clave para esclarecer lo ocurrido con los 43 normalistas desaparecidos en 2014.    

Si bien es una realidad que en el gobierno de Obrador existe un avance en las investigaciones, principalmente porque el GIEI logró desmontar “la mentira histórica” de Murillo Karam, ex titular de la PGR entre 2012-2015. La fabricación de la mentira histórica se logró al exponer públicamente con una serie de videos obtenidos por un dron de la marina, mostrando cómo la PGR, SEDENA y SEMAR crearon el móvil del “basurero de Cocula” el 23 de octubre del 2014, en donde, supuestamente habían sido incinerados los cuerpos de los 43 normalistas. La fabricación del basurero de Cocula le sirvió al gobierno de Peña Nieto para mantener una sola línea de investigación y así evitar la búsqueda de los 43 de Ayotzinapa durante 2014-2018.

En principio el desmantelar la mentira alrededor del basurero de Cocula significó un avance, aunque, durante el mismo gobierno de Obrador el GIEI encontró otros límites para resolver el caso. El principal factor que impide conocer la verdad en el caso Ayotzinapa es SEDENA y SEMAR, quien se niega a entregar información clave, sobre todo, en lo correspondiente al 27 batallón de Infantería. La participación de SEDENA en la noche del 26 de septiembre del 2014 es fundamental: desde 2010 el ejército había infiltrado a por lo menos dos agentes en la normal de Ayotzinapa para realizar trabajo de contrainsurgencia; el 25 de septiembre de 2014, una noche previa al 26S, el ejército había dado instrucciones para seguir a los normalistas en sus acciones en Iguala; el ejército no sólo monitoreó a los normalistas en su llegada a Iguala y cuando los sacaron de este municipio en calidad de secuestrados, además, tienen el control del C4 (sistema de cámaras), lo peor del asunto es que las cámaras se voltearon en los momentos de los secuestros para evitar grabaciones de esos momentos. Toda esta información no es entregada por SEDENA, pese a que existe un decreto presidencial en donde todas las instituciones del Estado mexicano están obligadas a entregar todos los documentos relacionados al caso Ayotzinapa. El ejército no termina por obedecer a Obrador. 

LAS CONTRADICCIONES DE LA RECONCILIACIÓN NACIONAL 

La principal contradicción del gobierno obradorista es su propuesta de Reconciliación Nacional. El caso Ayotzinapa muestra claramente que es imposible gobernar para intereses contrapuestos: quienes son víctimas de crímenes de Estado frente a victimarios y perpetradores que buscarán la impunidad de sus actos. “Y ahora, el gobierno tiene que definir de qué lado está: si del lado de las mentiras del Ejército o si está del lado de las familias y de la verdad”, esta es la posición de los familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. La condición de Reconciliación del obradorismo es el perdón y el olvido, sepultando cualquier posibilidad de justicia y castigo a criminales del Estado. 

Obrador termina por definirse del lado militar al afirmar que: “No hay impunidad y se está actuando. No es cierto que Marina y Defensa no estén ayudando (…) respeto su punto de vista (del GIEI), pero no lo comparto”. Como se ha expuesto en líneas anteriores, es verdad que durante el actual sexenió se avanzó en la investigación, principalmente al desmontar la “mentira histórica”, sin embargo, en el momento crucial de resolver el núcleo duro del caso Ayotzinapa, tanto SEDENA como SEMAR niegan la existencia de documentos que, por información de otros archivos obtenidos, se revela una nueva mentira histórica, ahora de los militares. Ésta es la tesis principal del VI informe del GIEI: se logró desmontar la mentira histórica de Murillo Karam, pero se levanta una nueva mentira: la militar. 

En estos primeros días de septiembre, el Centro Pro de Derechos Humanos reveló un amparo de los familiares de los 43 en el cual el Poder Judicial ordena al Ejército el no destruir cualquier información sobre el caso Ayotzinapa. También en estos días Obrador convocó a funcionarios de alto nivel en Palacio Nacional para discutir el caso, reuniendo al fiscal especial del caso Ayotzinapa, a la secretaría de gobernación, a los generales a cargo de SEDENA, SEMAR y CNI y a la secretaría de relaciones exteriores. En esta reunión de alto nivel ningún funcionario dio declaración alguna.  

RETOMEMOS LAS LECCIONES DE 2014

La llegada del GIEI a México no fue ninguna concesión del gobierno de Peña Nieto, fue por la presión del movimiento social que tomó masivamente las principales capitales del país. En el actual régimen, de la Cuarta Transformación, tampoco se otorgarán concesiones. La posición de Obrador está definida, durante estos cinco años de su gobierno decidió respaldar en los momentos críticos a los militares. La única manera que Obrador presione a las Fuerzas Armadas es con un movimiento que tome nuevamente las calles. La justicia por los 43 de Ayotzinapa la conquistaremos únicamente con la lucha. La bandera por los 43 normalistas y revelar la verdad significaría una victoria por justicia en un país con más de 100 mil desaparecidos y más de 300 mil asesinatos, y la posibilidad de iniciar un combate contundente contra todas las injusticias que ocurren de manera cotidiana en México. 

¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos! 

¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue!

¡No son pueblo uniformado, ejército perpetradores de crímenes de Estado!

¡OBRADOR, ROMPE EL PACTO DE IMPUNIDAD, DESENCUARTELEN LA VERDAD!