EL IMPERIALISMO EN ÁFRICA: EL GOLPE DE ESTADO EN NÍGER

El pasado 26 de mayo, la junta militar liderada por el general Abdourahmane Tchani llevó a cabo un golpe de Estado en Níger y destituyó al presidente constitucional Mohamed Bazoum. Tchani es contundente en su justificación: la situación de inseguridad en Níger ha llegado a niveles alarmantes y el gobierno anterior se mostraba incapaz de resolver el problema. La seguridad es una cuestión central en este país debido a los grupos yihadistas activos en la región. El nuevo gobierno de Níger, denominado Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), mantiene una posición antiimperialista y detuvo la exportación de minerales preciosos al extranjero. De igual manera, el CNSP exigió la salida de tropas extranjeras del territorio nigerino. Las decisiones del nuevo gobierno, suscitó la preocupación de las potencias imperiales, específicamente de Francia. Esta nación mantiene intereses coloniales en África, y Níger es uno de sus elementos más preciados en el África Occidental. Por ello Francia se muestra hostil al gobierno golpista y muestra su apoyo a los planes de intervención militar que ha declarado la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). 

La política neocolonial de Francia en África Occidental

Los países del continente africano, a pesar de haber obtenido la independencia de sus respectivas metrópolis durante el siglo pasado, siguen sumidos en la miseria. La política neocolonial de los países imperialistas es la causante de la pobreza que azota el continente. En el caso específico de Francia, son las naciones que anteriormente conformaban el segundo imperio colonial quienes sufren el control neocolonial del hexágono. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, en África se comenzó a utilizar una moneda creada por el banco central de Francia denominado franco de la Comunidad Financiera Africana (franco CFA). Existen dos tipos de franco CFA: uno que se ocupa en África Occidental y otro que se ocupa en África Central. A través de estas monedas, Francia mantiene la dominación económica sobre sus antiguas colonias. En primer lugar, la moneda tiene un precio fijo que se determina desde el Banco de Francia. Dicho control de su precio enriquece artificialmente a la metrópoli, pues el valor adquisitivo del euro crece frente al del Franco CFA. En segundo lugar, Francia exige a los países miembros de la CEDEAO depositar en el banco la mitad de sus reservas monetarias. Esto es saqueo, pues Francia ocupa libremente el capital africano para la inversión en el crecimiento de su propia economía. En tercer lugar, aunque el franco CFA se puede cambiar por cualquier otra divisa, la variante occidental no se puede cambiar por la variante central y viceversa. De esa forma, se impide el intercambio económico directo entre los países africanos quienes dependen de divisas extranjeras para negociar. Por último, los bancos centrales que regulan este franco deben contar con administradores franceses con derecho a voto. Las decisiones más importantes en estos bancos deben contar con una aprobación unánime, con lo cual dichos administradores pueden vetar toda política contraria a los intereses de Francia.

Además de la dominación económica, Francia mantiene el control en la región mediante el uso de las fuerzas armadas. En 2014, Francia dio comienzo a la operación Barkhane, que según el país europeo, tiene por objetivo acabar con los grupos yihadistas activos en la región del Sahel. Esta región está compuesta por los países de Malí, Burkina Faso, Mauritania, Níger y Chad. Si bien la estabilidad de la zona es deseable para los capitales franceses pues les permite explotar los recursos naturales africanos, dicha operación también da acceso a las tropas francesas a Níger y sus vecinos. Dicha presencia militar le permite preservar y garantizar sus intereses económicos y geopolíticos. Aunque la operación Barkhane terminó oficialmente en el 2022, las potencias extranjeras crearon bases militares permanentes y manitenen su retórica de guerra contra el terrorismo. Es precisamente este último punto el que sirve como pivote ideológico para la situación actual.

El golpe de estado y la situación durante agosto

Los golpes de estado han sido una constante en África Occidental los últimos años. Uno de ellos sucedió en 2021 en Malí y otro en Burkina Faso durante el 2022. Tras estos sucesos, Francia retiró sus tropas de ambos países y Bazoum les invitó a permanecer en Níger. La movilización de estos grupos causó descontento en el ejército nigerino. Aunado a ésto, Bazoum ya consideraba la reorganización del aparato militar, lo cual desencadenó el golpe. La junta militar instaurada, sin embargo, argumenta que el gobierno de Bazoum se ha comportado como un títere de Occidente y que no ha logrado mejorar la seguridad en el país. Por ello, los golpistas consideran que el CNSP puede hacer un mejor trabajo para combatir en contra de las fuerzas yihadistas y se ha amparado de Rusia, y más específicamente del grupo Wagner, como aliados para reforzar la seguridad en la región. A pesar de dichas declaraciones, la actividad de los grupos yihadistas se ha vuelto más intensa en los últimos días debido a la poca estabilidad del país tras el golpe. Por su parte, la CEDEAO ha planteado una intervención militar si no se restablece el gobierno de Bazoum, a lo cual Francia ha mostrado su apoyo. Los países vecinos a Níger han declarado que no apoyarán una intervención, como es el caso de Argelia, mientras que otros han proclamado que pondrán a disposición de Níger sus tropas, como es el caso de Malí y Burkina Faso. 

Quien sufre las mayores consecuencias de estos movimientos geopolíticos es el proletariado

Francia y USA retiran la “ayuda humanitaria” de la cual dependen 47 millones de personas. Emmanuela del Re, representante de la Unión Europea, se mostró optimista al declarar que “a Níger pronto se le acabarán los recursos para subsistir tras el embargo económico”. Es decir, se ocupa la miseria de la población como moneda de cambio. Por ello, no es de extrañar que poco tiempo después del golpe de estado, el pueblo nigerino salió a las calles a manifestarse frente a la embajada francesa con pancartas que mostraban mensajes en contra de Francia. El pueblo de Níger apoya los sentimientos antiimperialistas de la junta militar, a pesar de que ésta no se encuentra respaldada por un movimiento popular organizado. Este golpe, así como el resto que se han suscitado en el Sahel, no son hechos aislados, pues reflejan el hartazgo de África frente al imperialismo francés. Por luchar contra Occidente, contra el franco CFA, contra el neoimperialismo, Francia ha derrocado y asesinado numerosos líderes africanos. El proletario africano sigue en búsqueda de su independencia y autodeterminación. Por el momento, la opción antiimperialista de las juntas militares ha sido la opción más inmediata para resguardar los recursos locales en manos de los nigerinos. No obstante, es necesario un gobierno proletario en todas las naciones de África para acabar de raíz con el imperialismo.

Diego

¡No a la presencia neocolonial de Francia en África! 

¡No a la intervención militar en Níger!

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