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Frente a la crisis, el intervencionismo y los empresarios ¡Conquistemos un programa y un partido obrero y socialista!

El 21 de febrero del 2023 fue declarado culpable García Luna en un juicio en New York, acusado de conspiración por beneficiar al cártel de Sinaloa en México. La situación de García Luna contrasta con Cienfuegos, detenido en EU por cargos de narcotráfico aunque absuelto por negociaciones políticas: Obrador amenazó con expulsar a la DEA y otros agentes estadounidenses de territorio mexicano si no entregaban a Cienfuegos. ¿Por qué fue distinta la suerte de García Luna y de Cienfuegos? García Luna y el PAN ya no le sirven al imperialismo: sus antiguos aliados no tienen interés en un partido mexicano en completa decadencia. Cienfuegos, en cambio, confirma la alianza de las burocracias del ejército y MORENA. El actual régimen defiende a uno de sus principales aliados: SEDENA. García Luna significa la decadencia del antiguo régimen, Cienfuegos significa la defensa del nuevo régimen. 

García Luna ejemplifica cómo el imperialismo no tiene aliados permanentes, tiene estrategias permanentes. EU con su doctrina de guerra contra las drogas le permite implementar políticas intervencionistas. García Luna hunde las posibilidades del PAN para las elecciones del 24, y esto no significa nada para los estadounidenses, MORENA ya permite la gobernabilidad en México. Pero el imperialismo, a diferencia de la burguesía mexicana, tiene una estrategia a largo plazo: mantener la dominación y dependencia de México subordinado a los intereses de EU. La 4T refrendó la dominación estadounidense con la firma del TMEC, aunque no es suficiente para el imperialismo. Las formas de dominación mediante los parlamentos y tratados (soft power) necesariamente deben acompañarse con formas de dominación militar (hard power).          

El imperialismo no se quedará alegre de brazos cruzados observando como MORENA conquista un segundo mandato presidencial, preparan sus piezas para el siguiente escenario. Este análisis pasa por superar el patético análisis ultraizquierdista: ¡El PRI y el PAN no son sinónimos de Morena! ¡Afirmarlo es no entender la dialéctica en la lucha de clases! Los dos partidos de la burguesía (acción nacional y el revolucionario institucional) establecieron el régimen neoliberal mediante fraudes electorales, compra de votos, represión y violencia, únicamente respaldados por la burguesía; éste es el resumen de los tecnócratas en México. MORENA conquistó el poder al ponerse por encima del descontento y las rebeliones de las masas. Este simple detalle explica toda la diferencia entre el régimen del Pacto por México frente a la Cuarta Transformación. MORENA no es un gobierno títere de la burguesía nacional y del imperialismo, se posiciona como un árbitro entre los burgueses, militares y las masas. 

El imperialismo no pasa por alto este hecho. Biden presiona a Obrador para que SEDENA y SEMAR vuelvan a crear ríos de sangre en la frontera norte. La cuestión del fentanilo y García Luna es una táctica del imperialismo para amenazar al régimen de la 4T. Al interior del Partido Republicano inician los amagues para catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo cual permitiría la abierta intervención de la CIA en México, dejando la puerta abierta para potenciales acciones militares. La carta del fentanilo busca crear inestabilidad en el régimen de la 4T por cuestiones económicas y no morales (por narcóticos). La 4T detuvo el saqueo desmedido, metió freno en sectores energéticos estratégicos para EU, recordemos que la contrarreforma energética permitió al imperialismo retroceder en sus posiciones en Medio Oriente al garantizar sus reservas de hidrocarburos en el continente americano.

Una carta emitida al gobierno chino a principios de abril para frenar el comercio de precursores para el fentanilo provenientes de Asia por motivos “humanitarios” fue el as bajo la manga del obradorismo para presionar a los sectores radicales del Partido Republicano con un guiño al régimen de Xi Jinping. La guerra en Ucrania nos permite observar la política más salvaje de la burguesía estadounidense, no les importa hundir a sus aliados comerciales en países europeos para mantener su economía a flote. El imperialismo no ha dejado de subvencionar a elementos de la extrema derecha en México (como el empresario Claudio X) y el golpismo en América Latina (Perú, Brasil, Bolivia). Biden muestra su rostro intervencionista a Obrador, como respuesta a la política energética. El imperialismo jamás será detenido con diplomacia, la 4T no podrá hacer retroceder a los yankees, ni en temas clave como el  energético ni en otros, mediante métodos parlamentarios y diplomáticos.  

Al interior de México la burguesía no necesita gobernar a través de sus antiguos partidos (PRI y PAN), puede operar mediante sus voceros al interior de Morena: aclaramos, este escenario no es el ideal de la burguesía mexicana, la correlación de fuerzas los obligó a ceder ante la demanda histórica de la apertura democrática en México. La burguesía es consciente de las limitaciones de MORENA para enfrentarse a instituciones autónomas, las cuales son controladas por burocracias sin importar el partido que gobierne; se puede establecer un nuevo régimen pero no se puede transformar al Estado mediante la vía parlamentaria.   

Las lecciones de la Reforma Eléctrica (RE) nos muestra como la táctica parlamentaria de MORENA ni siquiera les permite conquistar reformas de reivindicaciones mínimas. La reforma a la Ley de Industria Eléctrica demostró cómo las reformas secundarias son detenidas por el poder judicial, entonces, se argumenta que la victoria se asegura mediante reformas constitucionales, aunque, ésto únicamente se logra con la mayoría calificada en el congreso, nuevamente, MORENA le propone a las masas la conquista de sus demandas inmediatas únicamente por medio de la vía parlamentaria. ¿Pero si en 2024 MORENA no obtiene las mayorías necesarias en los parlamentos? ¿Le dirá a las masas que sean pacientes y esperen hasta las elecciones del 2027?  

La Ley Minera (RLM) nos responde las preguntas anteriores; MORENA en los parlamentos, inclusive, dentro de su margen de elección decidieron escupirle en la cara a las masas para el beneplácito de la burguesía mexicana y el imperialismo. Los cambios a leyes nunca pondrán en entredicho la propiedad privada y las inversiones extranjeras. ¡Con qué cara pueden salir a decir la burocracia de MORENA que la iniciativa aprobada es una iniciativa en favor de trabajadores, los pueblos indígenas y campesinos! El lobby empresarial ganó, ya se les olvidó que hace un año denunciaban que las transnacionales compraban a los legisladores de derecha, pero si los empresarios vienen a MORENA, para cambiar una reforma como piso mínimo para regular la superexplotación imperialista, se llama democracia.

Traición es la definición de la modificación de esta ley: la Cámara Minera de México, Fresnillo plc, Goldcorp, Minera Frisco, Industrias Peñoles, Grupo México, Corporation First Majestic, Panamerican Silver Corp y Agnico Eagle México son los verdaderos ganadores (y los bolsillos de los legisladores). Nuevamente se revela la cara burocrática de MORENA, contrariando incluso las propuestas de Obrador y las esperanzas de las masas por una verdadera transformación.

Y qué decir de la propuesta aprobada por la comisión de puntos constitucionales donde se acordó implementar la semana inglesa, 40 horas de trabajo a la semana, ahora sale Ignacio Mier a decir que no hay tiempo y que la propuesta más importante de las últimas décadas en materia laboral puede esperar.

A la burocracia de MORENA no le inquietan estas traiciones, al saberse virtualmente vencedores en las elecciones del 24. Pero si el día de mañana los votos decaen y las masas paulatinamente les dan la espalda no podrán decir que el escenario en México se ha derechizado, ¡si la derecha avanza en México será obra y gracia de MORENA! Nuestra clase tiene que sacar las lecciones de estas derrotas, necesitamos construir el partido que responda a las necesidades de trabajadores y campesinos, es urgente una transformación profunda en el país pero esto únicamente se logrará con un programa con perspectiva e independencia de clase. Los intereses de los privados y las transnacionales siempre serán contrarios a los explotados/as/es y oprimidos/as/es, es imposible gobernar para ricos y para pobres, esto lo entiende perfectamente la burguesía pero, ¿lo entienden trabajadores y campesinos? Una tarea revolucionaria es explicar por qué los intereses de clase son irreconciliables, la Ley Minera y la Reforma Eléctrica son claros ejemplos de esto.   

¡Por un partido de nuestra clase, por un partido de izquierda revolucionaria!

¡Por un programa contra la carestía de la vida, la explotación y el cambio climático, que la crisis la paguen los capitalistas!

¡Con organización y movilización somos más fuertes, construyamos comités de Acción Revolucionaria en todo el país!

BREVE PANORAMA DE LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA EN MÉXICO

Osmany Ernesto Juárez

Caracterización del gobierno obradorista

Para comprender la actualidad de la clase trabajadora en nuestro país, es necesario contextualizar acerca del momento que atraviesa México, el cual presenta sin duda un escenario cuanto más novedoso, nos referimos con esto al gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Este gobierno llevado a la presidencia por medio del MORENA (Movimiento Regeneración Nacional), plantea un cambio sustantivo, sin embargo si lo comparamos con los gobiernos anteriores, dista de ser un cambio verdaderamente radical, o de diferenciarse totalmente de sus antecesores, algo distinto a lo que Obrador busca proyectar en su discurso. Es a lo mucho un cambio en ciertas formas, en cuyo contenido pervive y la defensa de los intereses de la burguesía a través de un gobierno nacionalista burgués.


Es especialmente interesante analizar al actual gobierno mexicano desde un perspectiva más amplia; desde lo latinoamericano, recapitular que en décadas anteriores en nuestro continente distintos movimientos y personajes lograron acceder al poder en algunos de nuestros países, con promesas similares o aún más ambiciosas que las de López Obrador. En cierta medida y con las diferencias que presentan las situaciones de cada uno de estos países el gobierno de Obrador evoca en algunas de sus características a Evo Morales en Bolivia, a Lula en el Brasil o a los Kirchner en la Argentina. Lo cierto es que para nosotros caracterizar este gobierno nos permite comprender de mejor manera el panorama en el que la clase obrera se desarrolla en nuestro país, así como percibir los posibles riesgos para nuestra clase más allá de la esperanza de una “regeneración nacional”.


Y sabiendo que la historia no es un calco pero que de da lecciones importantísimas, no olvidamos que bajo la apariencia del progresismo, latente se remueve las derechas más rabiosas y que tras Evo Morales vino un golpe de estado, luego del PT brasilero arribó Bolsonaro y después de los Kirchner Macri.

Es así que las trabajadoras y trabajadores mexicanos viven como clase un contexto hostil, en cual la precarización se hace cruenta día a día, en donde la burguesía nacional e internacional explota de manera descarada a nuestras compañeras/os poniendo por encima las ganancias al bienestar de las personas, a la par un gobierno que proclama mejoras para los pobres sin tocar siquiera aquellas leyes bajo las cuales se ampara la explotación. Es por eso que de ningún modo reconocemos en el gobierno de MORENA un verdadero cambio a favor de nuestra clase, es por eso también en función de su ejercicio hemos identificado en el rasgos de lo que ha sido denominado como “bonapartismo”.


El impacto de la pandemia en el sector de las y los trabajadores


Así como en el resto de los países de nuestra región, la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 a golpeado de manera brutal a las trabajadoras y los trabajadores, no simplemente por las condiciones desfavorables en las que ya vivíamos, sino además porque las burguesías nacionales e internacional han decidido amortiguar en algo sus pérdidas, a costa la vida de la clase trabajadora.


La crisis sanitaria ha evidenciado la ya señalada crisis del sistema, y además ha mostrado la cara más inhumana de la clase dominante, lo cual en nuestro país se ha traducido en el despido de miles de trabajadoras/es o en la suspensión sus actividades; todo esto muchas veces sin medidas que aseguren su subsistencia, esto por una parte, mientras que por otra las trabajadoras/es se han sido obligadas a continuar asistiendo a sus espacios de trabajo aún ante el riesgo que esto implica para su salud, teniendo como resultado contagios en algunas fábricas, obreras/os que han sido obligados a seguir trabajando enfermas/os y muertes. Quizá en lo general no hemos vivido como en otros países latinoamericanos la impunidad con que han actuado las fuerzas represivas del Estado, pero en lo específico también lo hemos podido vivenciarlo con asesinatos y demás abusos. Todo esto medio la estructura que por décadas ha sido montada para una explotación más cómoda y brutal de las obreras y obreros, y ahora alianza con un gobierno que servil no se arriesgará a accionar en contra de los intereses de la burguesía a pesar de contar aún con amplio apoyo popular.


La crisis a la que se enfrenta la clase trabajadora mexicana no es solo la de la pandemia, sino también la del sistema que por años ha precarizado sus actividades productivas y ha puesto por encima de su desarrollo los intereses del capital, y en eso nos hermanamos los pueblos al sur del rio bravo.


Panorama general del movimiento obrero y el caso de la frontera norte

Alguien ha dicho alguna vez sobre México “Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”, de sobra comprendemos que este no es lugar para disertaciones metafísicas, sin embargo podemos corroborar aquello de la cercanía con el imperialismo yanqui. El destino de México y los embates a los que se enfrenta la clase trabajadora está íntimamente ligado a los intereses de nuestro vecino del norte, de ahí que de manera consecutiva los presidentes mexicanos hayan tenido que prometer mantener las aguas calmas para asegurar la “inversión extranjera”, acá en las décadas pasadas no hicieron falta golpes de Estado, sino una guerra por lo bajo, la sumisión de los gobiernos y la degeneración de las direcciones sindicales. De esos elementos deriva el escenario al que se enfrentan las/os obreras/os organizadas/os de nuestro país, escenario que difícilmente cambiará en manos del gobierno en turno cuando lo que tenemos es la continuidad de la dinámica imperialista ya no bajo las siglas del TLCAN sino ahora del TMEC.


La clase trabajadora mexicana se enfrenta a la pérdida de las conquistas históricas y al lastre del sindicalismo corporativista al cual en nuestro argot llamamos “sindicalismo charro”. Es esencial comprender este tejido, para dimensionar los retos a los que se enfrenta el proletariado en nuestro país. Por un lado la burguesía que en medio de la crisis del sistema se aferra a su margen de ganancia, el cual solo ha podido mantener a costa de hacer aún más voraz la explotación, voracidad a la cual los gobiernos han sido encargados de allanarle el camino, permitiendo que al amparo de la ley o desde su omisión flagrante se ejecuten políticas en pos de la precarización laboral, y para sumarle un clavo más; los sindicatos, esto para quienes se encuentran trabajando de manera “formal” pues en México al menos el 56.7% del trabajo es realizado desde la “informalidad”. Estos sindicatos son en gran medida instrumentos para el sometimiento de las obreras y obreros, son en muchas de las veces enemigos de sus sindicalizados más que aliados y pieza fundamental para mantener el control y atajar la organización real de las/os trabajadoras/es.


Sin embargo a pesar de este complicado escenario el proletariado mexicano ha dado muestras de su capacidad organizativa y de contar con las fuerzas necesarias para enfrentarse a las escaramuzas de la burguesía y salir avante. De esto da cuenta la reciente experiencia de las/os trabajadoras/es de las maquiladoras de la frontera norte de nuestro país, de la frontera con Estados Unidos. Ejemplar nos parece el caso del proletariado en ciudades como Matamoros, en el estado norteño de Tamaulipas, y en otros estados de esa frontera. A finales de enero de 2019 el proletariado de Matamoros encabezó una batalla que ilustra su potencial organizativo, que enseña y abre brecha para el resto de nuestra clase. El 25 de enero de ese año estallaron simultaneamente 48 huelgas bajo la consigna que le daría nombre al movimiento, la exigencia de un aumento del 20% al salario y el pago de un bono anual por 32,000 pesos mexicanos (algo así como 1,600 dólares estadounidenses), la organización en las fábricas y en las calles hizo eco en el proletariado, a estas huelgas se sumarían posteriormente las/os trabajadoras/es de 30 empresas más y finalmente durante la primera mitad de 2019 serían 90 las huelgas victoriosas que conquistarían ese 20/32. Alcanzar esta conquista que sabemos es parcial, pero importante, distó de ser una tarea fácil, las trabajadoras y trabajadores tuvieron que echar mano de la disciplina, organización y coraje, pues se enfrentaron a una maquinaria que nos han hecho creer que es invencible, e incluso desde la subjetividad la burguesía y sus aliados han jugado sus cartas construyéndose en el ideario el papel de benefactores, de ser ellos “generadores de empleos”, “motor de progreso”, y por lo tanto atentar contra su dinámica es atentar contra un bien común, inclusive los hubo aquellos que apelaron a la imposibilidad de las empresas por pagar el aumento salarial y el bono argumentando un “atentado a la solvencia”, pese a todo la clase obrera hizo gala de su capacidad, y con esto sentó las bases para la organización del proletariado en México a la vez que mostraba las grietas del sistema y de los anquilosados sindicatos.


A más de un año de este gran movimiento se nos vuelve aún urgente la necesidad de seguir luchando, el 8 de junio de este año el gobierno estatal de Tamaulipas, que es un gobierno de derecha, apresó a Susana Prieto una aliada fundamental de las luchas obreras en los estados del norte, se hizo de ella una presa política desde la manipulación de las leyes burguesas, ese es el escenario al que nos enfrentamos a una avanzada de las patronales y de la derecha, a una ofensiva aún más rabiosa de la burguesía, a eso nos enfrentamos y para eso debemos prepararnos. Hace unas semanas y gracias a la movilización de las obreras y obreros fue liberada Susana Prieto, hace unos días estuvimos con las compañeras/os del movimiento 20/32 acompañando su lucha en la jornada que desde el pasado viernes (10 de julio) y que concluye mañana con una marcha, en la cual estaremos participando. No bajar la guardia, continuar la lucha en cada uno de nuestros países eso es lo fundamental.


Conclusiones

Para concluir, habrá que tener presente que la clase obrera no pertenece a las fronteras que separan los territorios en los mapas, pues su patria es de otra naturaleza y cuya construcción se hace cada vez más impostergable. Sin embargo es preciso comprender las condiciones de cada geografía donde nos ha tocado crecer como trabajadoras/es, esa geografía para nosotros es la mexicana, en donde enfrentamos una cruenta batalla y esta batalla es por la vida, en cierto grado por la supervivencia, a la vez que por la vida verdadera, la vida digna.


Lo que vivimos ahora es la “nueva normalidad” capitalista. Una donde prima como es natural de este sistema, la ganancia por encima de la seguridad de las/os obreras/os, es por ello que en el pico más alto de esta pandemia las trabajadoras/es fueron obligados regresar a sus centros de trabajo argumentando que la industria de la construcción, la automotriz y la minera son actividades esenciales, porque si la economía se enferma es nuestra clase la que es sacrificada.

Es por eso que para la clase obrera mexicana es precisa la conquista de su independencia, la generación de las herramientas que les permitan defender su vida, porque hoy día están maniatados por tres cuerdas que son los patrones, el gobierno y los sindicatos charros. Es por ello que toca aprender de esa gran experiencia que ha sido el movimiento obrero en la frontera norte y los movimientos que le antecedieron, no dejar que caigan en el olvido y dar continuidad a lo que han planteado. Que ha sido comprender que la lucha no es en una trinchera única y no se limita a la fábrica, las/os obreras/os del norte mostraron que si algo se ha ganado en el terreno laboral es necesario dar batalla en otros espacios como el político con sus candidaturas obreras. Pertenecer a un sindicato no puede seguir siendo un privilegio, así como no se puede continuar con la existencia de sindicatos aliados de la burguesía. Es imprescindible la independencia del movimiento obrero, es necesaria la formación, la labor que haga germinar la conciencia de clase, la visión realista, cuidar de no romantizar a nuestra clase, entender que la ideológica capitalista nos ha calado a fuerza de desesperanza y que toca aprender y enseñar con las y los camaradas, a ras de suelo, en lo cotidiano. Toca hermanar las luchas, porque en nuestros países no se puede avanzar sin los campesinos pobres, los pueblos originarios, las mujeres.


Toca vincularnos, y así como es necesario hacerlo dentro de las fronteras que nos han impuesto, es preciso hacerlo superando la ilusión de esas fronteras, recordando que nuestro continente latinoamericano es uno, unido en origen, en la explotación y por sobre todo en la lucha, no olvidar compañeras y compañeros que compartimos una patria, una gran patria, una patria grande.

La propiedad intelectual y la privatización de las ideas

Jacobo Hernández

En estos últimos días, bajo el pretexto de adecuar el marco normativo establecido en las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se han aprobado reformas a algunas leyes relacionadas con la propiedad intelectual en nuestro país (Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial y Ley Federal del Derecho de Autor). Algunas de las adiciones fuerzan a que los proveedores de servicios de Internet tengan un papel más activo en la lucha contra la distribución de contenido original sin autorización, y plantean penas severas a quien incida en estas prácticas y a quien eluda las protecciones anticopia incluidas en varios productos amparados por el régimen de propiedad intelectual. Estas nuevas leyes son un golpe a la economía de varios y al libre intercambio de ideas, y no son más que otra expresión del régimen de propiedad privada que caracteriza al sistema capitalista. 

Para poder luchar contra esta injusticia debemos de entender cómo es que la propiedad intelectual se manifiesta y cuáles son sus relaciones con las propiedades tangentes, debemos de entender la historia detrás del surgimiento de la propiedad privada, como se explica a continuación.

El cercamiento de las tierras comunales durante el fin de la Inglaterra feudal es lo que caracteriza el inicio de la transición al capitalismo en ese país y en otros más. Durante esta transición, los grandes terratenientes coludidos con el gobierno despojaron a miles de campesinos de sus tierras, llegando a usar la fuerza bruta para asegurar el control sobre sus nuevas propiedades. Es mediante este proceso que las tierras antes consideradas como comunales se privatizaron y dejaron a su paso una gran masa de gente pauperizada cuya única alternativa fue venderse ante la naciente clase capitalista como mano de obra barata, con tal de no morir de hambre. Así como al mundo físico le fue impuesto un nuevo ordenamiento basado en la propiedad privada, el mundo de las ideas pasó por el mismo proceso. Bajo la misma lógica se cercaron las ideas, los inventos, un proceso que buscó abrir la mente de las personas a las dinámicas del mercado y delimitar los frutos de la imaginación bajo el régimen de propiedad intelectual; concretamente esto se dio por medio de instrumentos legales como patentes, derechos de autor, marcas, etc. A diferencia del mundo físico, el mundo de las ideas tiene la ventaja de que sus productos son inagotables y no hay forma de evitar la apropiación de estos productos por consumidores no autorizados. Aunque el supuesto objetivo de la propiedad intelectual ha sido proteger las creaciones de las personas por un tiempo definido para que el autor sea beneficiario de las rentas obtenidas por el uso de su contenido, este tipo de propiedad realmente ha sido una forma por la cual se ha sacrificado el libre intercambio de ideas (el posible surgimiento de una coordinación en las áreas científicas, tecnológicas, artísticas, etc., dando lugar a mejores productos), con tal de generar regalías que en su mayoría no regresan a los autores, sino a los capitalistas que controlan las industrias intermediarias.

El absurdo de la propiedad intelectual se ve, por ejemplo, en la forma en la que las empresas privadas se aprovechan del trabajo de investigación realizado en institutos públicos, de fondos públicos otorgados por el gobierno, del conocimiento público,  para crear productos con precios prohibitivos que no remuneran de alguna forma lo invertido por el público, y a los cuales aplican patentes de modo que se dificulta la obtención de alternativas más asequibles. Es en estos momentos, por ejemplo, que empresas como Gilead Sciences, una compañía farmaceútica estadounidense que se encuentra desarrollando un antiviral para el tratamiento del COVID-19, piensa hacer negocio de la pandemia, ofreciendo su producto a un precio bastante alto, aún cuando miles de personas mueren al día por la enfermedad, aún cuando su desarrollo fue financiado con dinero público, protegiendo el diseño de su antiviral por medio del régimen de propiedad intelectual. Cabe mencionar también cómo las empresas se aprovechan del conocimiento de comunidades indígenas, conocimiento comunal, para desarrollar productos y aplicar patentes, sin reconocer de algún modo la contribución de esas comunidades. Por otro lado, en el sistema capitalista se ha llegado a conformar un gran negocio basado en demandar a otros por infringir en propiedad intelectual de una manera bastante agresiva y oportunista que bloquea los intentos de innovación, pero que genera bastantes ingresos. Finalmente, nos encontramos con que no solo las ideas y sus manifestaciones inertes se pueden patentar, sino que existe la absurda posibilidad de patentar hasta organismos vivos.

Cuando incluimos a este análisis un enfoque más internacional, el sistema de propiedad intelectual muestra sus rasgos coloniales en los países subdesarrollados. Por medio de los tratados internacionales de libre comercio se hace imposible la protección de las industrias nacionales, protección que los países imperialistas sí establecieron durante épocas pasadas para hacer crecer a sus industrias. Las potencias quieren mantener su dominio sobre los demás e impiden que los subdesarrollados vayan por el mismo camino por el que ellos fueron, y en vez de aceptar el desarrollo de las industrias nacionales, fuerzan a los subdesarrollados a servir como países cuya actividad económica principal es la extracción de recursos sin procesamiento alguno. A estas condiciones marginales le agregamos ahora las reglas de propiedad intelectual, y el posible desarrollo, la transferencia tecnológica necesaria para “alcanzar” a los países desarrollados, se hace imposible. Esto se debe a que si se quisieran desarrollar las fuerzas productivas del país, necesariamente se daría un proceso en el que, por ejemplo, se copiarían los procesos de manufactura observados en otros países, haciendo posible uso de la ingeniería inversa para dar lugar a un tipo de producción más autóctona de forma más rápida. Que ahora queramos que esas leyes de propiedad intelectual nos rijan, sería seguir renunciando a nuestro posible desarrollo, seguir bajo el poder de las potencias mundiales, de sus leyes y de las transnacionales que protegen; a fin de cuentas los imperialistas nos mantienen en el subdesarrollo, en la neocolonialidad, para poder seguir explotando los beneficios económicos que esto trae consigo.

El avance en las telecomunicaciones, el avance del mundo digital, ha hecho cada vez más difícil la aplicación de la ley en el terreno de las ideas, ya que ahora contamos con todo tipo de herramientas que nos permiten acceder en un instante a cualquier tipo de contenido. El sistema de propiedad intelectual se muestra arcaico ante los nuevos patrones de consumo, por ejemplo: ¿por qué si compramos un producto digital nos es imposible compartirlo sin infringir una ley? Tratan de hacernos ver como criminales y usan términos como “robar” para describir simplemente la forma en la que intuitivamente copiamos el contenido que se nos envía a nuestras computadoras, sin privar a nadie de su uso, y lo compartimos y usamos para generar nuevo contenido. El negocio está claramente en la renta de la propiedad intelectual, pero cuando los medios de distribución y producción de esa propiedad se encuentran ya en los mismos dispositivos que utilizamos de forma cotidiana, las corporaciones se ven obligadas a poner todo tipo de trabas con ayuda de los gobiernos. Cada vez que vemos un video o escuchamos una canción en Internet, todos esos bits que representan este contenido multimedia son enviados a nuestras computadoras. Con ciertos programas se almacenan estos bits en nuestros dispositivos de modo que la información descargada se convierte en nuestra propiedad personal. Los capitalistas consideran que apropiarse de algo que ya esta en tus manos es un acto ilegal, y para impedir que esto siga pasando, ha surgido toda una industria dedicada a generar tecnología de “gestión” de derechos digitales, tanto software como hardware, que sirve para evitar que los consumidores podamos compartir el contenido que ellos mismos nos dan. Hay que recordar que el sistema de propiedad intelectual es al final una parte de la infraestructura legal que se ha implementado para proteger los bienes más valiosos de los capitalistas, la propiedad privada, el derecho por el cual los ricos ven legitimada la protección de sus medios de producción, medios por los cuales explotan a los trabajadores y cosechan la plusvalía para acumular aun más capital. En el mundo de la propiedad intelectual artística tenemos a las grandes compañías disqueras, editoriales, cinematográficas que acaparan las ganancias y le dan a los artistas una mísera parte de las ventas. El trabajador artístico en estas condiciones llega a proletarizarse como consecuencia, sufriendo de la misma condición que el trabajador en las fábricas. Pero la difusión masiva de su contenido con la explosión del Internet, aún de forma ilegal, ha permitido darle más cobertura a sus obras, y con ello, generar sustento de forma más autónoma. Aún así, cabe mencionar que el régimen de propiedad sigue sin estar en sincronía con el medio de distribución de contenido y este sistema sí llega a afectar el sustento de los artistas.

Toda esta discusión nos lleva hacia el fenómeno de la piratería, una forma por la cual se vende la propiedad intelectual sin autorización de los supuestos dueños de esta propiedad. En una sociedad capitalista los mercados no se limitan a sus versiones sancionadas por la ley, por lo que es de esperar que se lucre con los productos de la propiedad intelectual obtenidos de forma ilegal. Con la llegada del Internet, la piratería se hace mucho más sencilla, de forma que hoy en día cualquiera puede descargar casi cualquier película, quemarla en un DVD u otro medio de almacenamiento y venderla a un precio mucho más bajo que el oficial. Aunque detrás de los mercados negros hay todo tipo de organizaciones criminales, la realidad es que el mercado de productos piratas, particularmente el de películas, música y libros, ha permitido a la clase trabajadora gozar de todo tipo de productos culturales que originalmente no estaban destinados para ellos. Este mercado marginal permite que el pueblo tenga acceso a los mismos recursos que la clase dominante utiliza para cultivar su intelecto y perpetuar las divisiones de clase, en otras palabras, la piratería permite al trabajador obtener parte del capital cultural que los ricos acaparan: permite que el pueblo pueda leer los mismos libros, películas y música que los burgueses consumen y que utilizan como símbolos de estatus. Ante todos estos argumentos, queda claro que la propiedad intelectual, así como la propiedad física, son medios por los cuales los capitalistas se ven beneficiados a costa de los trabajadores. Particularmente con el contenido intelectual, el sistema capitalista impone barreras que impiden un desarrollo más profundo y natural de las ideas que ayuden a progresar al humano. En un sistema socialista los creadores de ideas (artísticas, tecnológicas, etc.) son considerados trabajadores esenciales, por lo que su sustento, como el de todos los demás, está cubierto y sólo queda disfrutar de la libertad con la que se desarrolla el contenido. Es por esto que es importante rechazar cualquier intento de privatización en el mundo de las ideas, de cercamiento, y luchar en México contra la imposición de unas reformas que buscan mantener al país en el subdesarrollo.

¡ABAJO EL TMEC!
¡NO A LA NUEVA LEY DE CENSURA EN INTERNET!